lunes, 8 de mayo de 2017

Ama mas y condena menos


La mayoría de las personas tenemos un serio problema de auto engaño, juzgamos a los demás por sus actos y a nosotros por nuestras intenciones; por lo mismo justificamos en nuestra persona las mismas acciones que criticamos en los demás. Lo que en alguien más es un acto corrupto, en nosotros es “cómo funciona el sistema”. Los demás son unos delincuentes de cuello blanco, pero en nosotros está justificado “porque todos lo hacen”. En ellos es su naturaleza malvada y en uno, la única alternativa para operar. Los vicios y adicciones que en otros son parte de su naturaleza pervertida, en nuestra vida son simples debilidades, naturaleza humana. Si en ellos es una forma de vida pecaminosa en nosotros son resbalones. Ellos y ellas son adúlteros, pero nosotros simplemente estamos luchando por nuestro derecho a ser felices.[Qué fácil y goloso es ver la paja en el ojo ajeno y qué difícil ver la viga en el nuestro.] Es urgente reconocer que lo que nuestra sociedad requiere es dejar de criticar a los demás y empezar a cambiar nosotros. Quizás algunos pensemos que nuestras faltas no son de la magnitud de las de los poderosos, pero tal vez la única diferencia radica en el nivel de poder que poseemos. Quien es falto de carácter en lo poco, seguramente también lo será en lo mucho y quien se atreve a ser fiel en cada pequeño detalle será más fuerte para mantener su integridad ante las grandes tentaciones.Si nuestra vida fuera expuesta públicamente, ¿de qué nos avergonzaríamos?, ¿qué actos anhelaríamos que fueran borrados?, ¿cuándo fue que realizamos nuestro último acto incongruente?, ¿cuántas acciones nuestras podrían ponerse como buen ejemplo ante los demás y ante las nuevas generaciones?, ¿cuáles serían una terrible referencia?Todos tenemos mucho que trabajar en nuestra integridad. Mi intención no es crearnos condenación, sino conciencia. Pretendo hacer y hacerme un llamado a retomar la gran oportunidad de vivir con la paz que produce de no tener actos que nos persigan y atormenten.Tal vez parte de la solución a nuestra tendencia al auto engaño es que tanto en privado, como cuando conversamos en público, basemos nuestras reflexiones y charlas en mirar menos a través de las ventanas y poner más atención en los espejos.

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